El término orgánico debe entenderse, desde su concepción más básica en la ciencia, como aquella sustancia o compuesto que dentro de su estructura química posee al elemento carbono y que forma parte de los seres vivos, lo anterior puede verificarse inclusive en el diccionario de la Real Academia Española. Por lo tanto, será un abono orgánico aquel que cumpla con ese par de requerimientos.
Según Garro, J. (2016), la materia orgánica aporta nutrientes y se origina a partir de cuerpos muertos y de excretas; también, nos señala que el humus, que corresponde al producto final de la degradación, es capaz de mejorar la estructura y fertilidad del suelo.
Usos del abono orgánico
El abono orgánico es utilizado para mantener y mejorar la disponibilidad de nutrientes en el suelo y, de esa manera, obtener un mayor rendimiento en el cultivo de las cosechas.
Entre los abonos orgánicos podemos incluir el estiércol, compostas, vermicompost, abonos verdes, residuos de cosechas, aguas negras y sedimentos orgánicos. La aplicación constante de este tipo de abonos, mejora las características físicas, químicas, biológicas y sanitarias del suelo.
Beneficios del abono Orgánico
- Disminuye la necesidad de fertilizantes sintéticos.
- Puede utilizarse tanto en la agricultura orgánica como en la convencional.
- La productividad de las cosechas puede mantenerse o incrementarse en el transcurso del tiempo, debido a que los abonos orgánicos son mejoradores del suelo.
- Parte de los ingredientes se obtienen fácilmente en la propia finca u hogar.
- El abono podría venderse, generando un ingreso adicional.
- Al remplazar fertilizantes sintéticos por abonos orgánicos, hay un ahorro en los costos de producción
Tipos de abonos orgánicos
Hay diferentes tipos de abonos provenientes de animales, humanos, restos vegetales de alimentos u otras fuentes naturales, a continuación, citamos algunos de ellos:
Turba. De ésta puedes encontrar dos versiones, la negra y la rubia. La más habitual es la primera, puesto que la segunda es muy ácida, con un pH aproximado de 3,5 según la literatura. Se emplea mucho como base para preparar sustratos para macetas y para hacer semilleros.
Estiércol. Es uno de los abonos más conocidos, lo hay de vaca, oveja, caballo y hasta de cabra. Puedes adquirirlo en granjas directamente o en las tiendas de jardinería. Se puede comprar en sacos y no tiene mal olor. Algunas veces están enriquecidos con diversos minerales.
Extractos húmedos. Son productos menos conocidos, pero su uso en horticultura intensiva va en aumento. A nivel de jardines particulares no se emplea demasiado. Destaca en que es una sustancia muy buena para el suelo, puesto que desbloquea minerales, fija nutrientes y activan la flora microbiana, con lo que aumenta la mineralización.
Compost. Se obtiene a partir de restos vegetales y otros materiales orgánicos. Para conseguirlo se requiere un proceso de fermentación controlada.
Vermicompost o compost de Lombriz. Es un abono muy rico en nutrientes esenciales como el nitrógeno, es una variante del compost común pero aún más rico en sustancias nutritivas y materia orgánica descompuesta
¿Cómo puedo obtener abono orgánico desde mi hogar?
- Paso 1: Utiliza un recipiente de aproximadamente 1 metro de profundidad, que tenga tapa y hazle algunos huecos en el fondo del recipiente, esto para que el líquido o lixiviado que se genere pueda drenarse y así evitar que haya mucha humedad en el abono orgánico, además hacerle huecos en la tapa del recipiente para que reciba aire y el proceso de compostaje sea el mejor y no genere mal olor.
- Paso 2: Dentro del recipiente coloca 4 o 5 dedos de tierra.
- Paso 3: Sobre la tierra, agrega los desechos orgánicos que tengas en casa como pueden ser café o té usado y restos de verduras o frutas, hojas, hierbas secas o restos de la poda, después de agregar los desechos orgánicos se tapa con un poco de tierra y cuando tenga más residuos los agrega y los vuelve a tapar y sigue así hasta que esté listo el abono y lo utilice o se llene el recipiente. Es importante no utilizar restos de animales, huesos ni carne de ningún tipo, como tampoco restos de vidrios, plásticos ni latas en nuestro abono orgánico.
- Paso 4: Para finalizar, tapamos con un poco de tierra todos los desechos.
- Paso 5: Cada dos semanas usa una pala para mezclar el contenido, lleva la parte de abajo para la superficie y viceversa.
Después de varias semanas verás que aparecen unos gusanitos blancos y en el centro del abono habrá una suave tierra negra y grumosa, esa es la ideal para tus plantas.
Cuando tengas suficiente, simplemente colócalo alrededor de las raíces de tus plantas.
Para mayor seguridad, puedes ir revisando tu fertilizante orgánico y cuando notes que toda la materia orgánica se ha descompuesto completamente, el abono estará listo para usar en tu jardín. El olor del abono debe ser como el de tierra mojada.
El abono estará listo en 2 meses si comenzamos su preparación en verano. Si lo hacemos en época de invierno, puede tardar 5 meses.
Referencias bibliográficas
- Garro, J. (2016). El suelo y los abonos orgánicos. Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria. Disponible en http://www.mag.go.cr/bibliotecavirtual/F04-10872.pdf
Efecto de los abonos orgánicos en la agricultura ecológica. Disponible en
- https://mexico.infoagro.com/efecto-de-los-abonos-organicos-en-la-agricultura-ecologica/
- http://www.infoagro.go.cr/Infoagro/HojasDivulgativas/Abonos%20Org%C3%A1nicos.pdf
- https://www.portalfruticola.com/noticias/2018/06/15/abono-organico-10-tipos-de-fertilizantes-ecologicos-para-las-plantas/
- https://www.huichol.com.mx/como-hacer-abono-organico-con-residuos-caseros/